El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Thursday, November 26, 2009

Velocidad Personal




Este comienzo no va a ser original:

Rebecca es hija de Arthur Miller y la mujer de Daniel Day- Lewis (fue elegida la pareja peor vestida en los Oscar 2008, según la revista People). Estudió Bellas Artes. Pintó y expuso en las galerías de Leo Castelli y Victoria Munroe. Ha sido actriz y dirige películas.


Bien, olvidemos todo esto.


Rebeccca Miller escribe. Y escribe muy bien. Velocidad Personal es un libro (y también película, dirigida por ella, por supuesto) que recoge siete historias de mujeres.


PREGUNTA- ¿La velocidad personal es el espacio dividido por el tiempo como en física?

RESPUESTA- Es una buena manera de expresarlo. Me gusta el título porque es a la vez concreto y amplio, resuenan muchos significados. El padre de Greta dice que "cada uno tiene su velocidad personal", es decir, que en términos de éxito a todos les llega su hora. Éste no es el significado que tiene en el resto del libro o en la vida. Velocidad personal significa una especie de espacio espiritual y físico. Tiempo literal, y tiempo entendido como un viaje personal en el que se pueden recorrer muchos años en un minuto al tomar conciencia de uno mismo. Eso es lo que les ocurre a mis personajes. Pueden seguir siendo quienes eran en un principio, pero con ese elemento añadido, viéndose a sí mismos tal y como son. Quizá así puedan tomar decisiones y no ser simplemente arrastrados por la vida. Ésta es también la pregunta de Velocidad
personal: ¿quién empuja el columpio? ¿Tú mismo? ¿Otra persona? Uno decide, elige de una manera consciente, y al minuto siguiente actúa siguiendo unos hábitos adquiridos que son completamente inconscientes. Al final de lo que se trata es de ser un poco más consciente de uno mismo.


-Entrevista de Andrea Aguilar a Rebecca Miller, publicada en El País, el 09/08/2003-

(Velocidad personal, Editorial Anagrama, 176 páginas, 13 euros)

Tuesday, November 24, 2009

Cuatro hermanas



Cuatro hermanas pertenece a esa clase de libros que aumenta el apetito lector. La belleza abrupta de la vida (la vida, lo que va sucediendo mientras hacemos otros planes, definió Lennon).
Que sea todo el legado literario de Jetta Carleton, dice mucho a su favor. Explico: cuenta todo lo que tiene que contar.

Mis hermanas y yo solíamos ir a verlos todos los veranos. Jessica llegaba del corazón de los Ozarks;Leonie,de una pequeña ciudad de Kansas, y yo, de Nueva York, donde trabajaba en televisión, por aquellos tiempos una industria nueva que a mi familia le parecía muy misteriosa. A mí, igual que a mis hermanas, estas visitas me parecían un fastidio anual, como los impuestos sobre la renta. Siempre se nos presentaban otras mil maneras de pasar el tiempo
pero, aunque éramos ya mayores, nuestros padres conservaban su autoridad. Exigían el tributo y nosotras lo pagábamos.

Una vez allí, nos sentíamos bastante felices. Volvíamos fácilmente a las viejas costumbres, a las antiguas bromas, pescábamos en el arroyo, comíamos crema de leche, engordábamos, y nos dejábamos vencer por la pereza. Era una temporada de plácida irrealidad. Las vidas que llevábamos en el exterior quedaban suspendidas; los asuntos del mundo, olvidados, y sólo recordá bamos nuestra sangre común. No importaba que nuestros valores no fueran ya los mismos, que hubiéramos emprendido caminos distintos; cuando nosencontrába mos en familia, sabíamos disfrutar todos juntos.



(Cuatro Hermanas, Jetta Carleton. Libros del Asteroide. 416 páginas, 21,95 euros)

Monday, November 09, 2009

*



Me miras con ojos que esperan algo fabuloso va a ocurrir.