El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Wednesday, April 29, 2009

Ítaca



Creo que era oriundo de Buñuel, un pueblo de la Ribera Navarra, más próximo a Las Bardenas que a Tudela. Digo, creo que que era oriundo de Buñuel, porque cantaba de vez en cuando, con cierto orgullo y sin venir a cuento, una canción delirante de la que todavía recuerdo -con posibles alteraciones- esta estrofa:

Semos de Buñuel

la ciudad más principial,

hamos venido aquí

en el autogús municipial

para comer alentejas

arrevueltas con bacalao...

Más o menos.

Es curiosa la memoria porque recuerdo, además de la canción, su impecable corte clásico de barbería: la raya marcada al lado izquierdo, el cabello negro encerado, fulgente como el ébano y arrebujado hacia atrás sobre las sienes. Y recuerdo el matiz azafranado de la piel, los vivarachos ojos ratoneros y, también, su chaqueta habitual, de alpaca verde.

Se llamaba Don Julián y, en clase, cobraba peaje para evitar carreras fraudulentas al baño (con las que intentábamos escabullirnos, por ejemplo, del tedioso discernir entre sujeto y predicado):

Don Julian, necesito... ir al baño.

¿Al bañooooo?, ¿Pues? Ya me traerás cinco cuentecicas* mañana a la mañana.


Muy navarro, muy señor -cuando serlo significaba algo-. Elegante y bruto. Un gran hombre, Don Julián, nuestro tutor en quinto de EGB.

Nos enseñó ciencias, geografía, gramática y a sincerarnos con nuestra vejiga, resiste, cabe más (y cabía).

Sin embargo, lo que hoy recuerdo de Don Julián, a las puertas de mayo, es que nos hablaba de María.


*Por aquellos tiempos, divisiones.

(La imagen, de aquí)

Tuesday, April 28, 2009

Los que escriben (4)



La anciana lloraba en las cabinas de la piscina. Se acababa de vestir con mucho esfuerzo y estaba sentada en la banqueta corrida. El llanto se disimulaba un poco con el pelo y el rostro aún húmedo, y con los párpados enrojecidos por el efecto de las gafas de natación y la respiración agitada. Era ésa que nadaba siempre sola, ésa a la que algunos llaman en el club, con recochineo, La Sirenita.


Comienzo de La Sirenita, por eresfea. Sigue aquí. El cuento está dedicado a la memoria del escritor Antonio Pereira.

Sunday, April 26, 2009

Te he querido y te quiero



Te he querido, tu bien lo sabes.
Te he querido y te quiero
a pesar de ese hilo de luto que me hilvana
al filo de la tarde.
Y tengo miedo.
De la lluvia, del pájaro de nubes,
del silencio que llevo conmigo a todas partes.
Tengo miedo a la noche,
a quedarme encerrada entre alambres del sueño,
a la palabra olvido
y a tus brazos en forma de barrotes dorados.

Miedo a recorrer la casa y saberla vacía,
o a quererte, de nuevo, mucho mejor que antes.
No me abandones en esta larga ausencia.
Recuerda lo que he sido para ti otros inviernos:
el tiempo de querernos indefinidamente,
el mar,
los barcos que llegaban sin muertos a la orilla,
el ruido de las olas al fondo de la casa.
Y el viento,
recuerda el viento, amor, doblando las esquinas.


(Elsa López. Y tiene blog)

Saturday, April 25, 2009

Carta



A ti, que serás siempre La Ignorada,
a ti, qúe llegaste a quién sabe qué lugar
cuando yo acababa, ay, de salir de él,
o perdiste aquel tren, no sé cuál, que te hubiera traído
al centro de mi vida,
o estabas en un banco de algún parque
un día que yo no quise pasear entre las hojas verlenianas,
a ti,
por la chacarera de tu mirada que nunca he visto,
por ese corazón que desconozco y es como una playa de
setiembre,
a ti, por todo lo que me habría obligado a amarte,
a ti, que me habrías amado hasta nunca,
que ahora puedes estar llorando
en la luz fría de una habitación de hotel,
o con tus hijos en el British Museum,
o ves el arco iris en una telaraña,
o piensas en mí sin saber que soy yo,
a ti, retrospectiva, condicional, perdida,
dondequiera que estés,
este poema.


(Miguel D'ors)

Thursday, April 23, 2009

Para entender



Volver al principio (Material de apoyo para la enseñanza de la lectura. Método de lectura global-fonético-gestual. Tebeoleo nº 3: Mayúsculas, sílabas conflictivas y trabadas) para entender.

Releo como loco este breve relato ilustrado (página 5 del cuadernillo):


Roque, Pegui y Dogui*


Pegui: ¡Roque, dame la guitarra!

Roque: ¡No quiero!

Pegui: Ya no soy tu amiga.

Roque: ¡Guerrera!

Dogui: ¡Guau, guau!



Esclarecedor.


*No preocuparse, Dogui es perro.

Wednesday, April 22, 2009

Es un orgullo representar a mi ciudad (2). Minotauro



El chico de la imprenta, un tal Roberto, me enseñó el cartel por encima del mostrador para que le diese el visto bueno. Exigencias del protocolo, imagino. Bien, musité estupefacto, contemplando la mirada cetrina de mi chamuscado morlaco. Estupendo, estupendo. Qué carajo iba a decirle si quedaba media hora para cerrarse el plazo del concurso. Estupendo, y me trepó por la garganta una acidez premonitoria semejante a la que sufro cuando el Real Madrid va a caer eliminado en Europa. Toro cabrón.

El nombre, prorrumpió Roberto.

Qué.

El nombre. Tienes que poner el nombre. El lema.

Ah.


Me dejó su bolígrafo para escribir, con letra temblorosa, el lema en el reverso, "MINOTAURO". Vale. Se llevó el cartel a la trastienda y lo trajo envuelto con papel de embalar, listo, chasqueó; le tendí el importe exacto, cincuenta y cinco euros al garete.

Suerte.

Sí.


Cuando llegué a la oficina de la Ciudadela había mucho trasiego. Empleados del ayuntamiento con uniformes azules correteaban de aquí para allá, carteles a cuestas, mientras charlaban sorteando los contenedores llenos de papeles.

Me atendió la mujer sentada en el escritorio. Le entregué el cartel y mis datos a cambio de la hoja de recepción con un número, el 355. Espetó alguna broma sin chiste, si ganas ya haremos por encontrarte. Algo así. Hice por reír, pero entre los dientes se coló maltrecho un gruñidito. Guardé la cuartilla sellada en el bolso y recorrí satisfecho la media parte de la Avenida del Ejército hasta Princípe de Viana.


(En la imgen, Minotauro, feliz descendiente del Cobi-cabrón. Mi propuesta. Aquí, los finalistas)

Tuesday, April 21, 2009

Cuentos de la Era del Jazz



Leo Cuentos de la Era del Jazz, de F. Scott Fitzgerald (1896-1940). Las buenas compilaciones de relatos -un mismo autor, tantas formas de contar- son manuales de escritura (leer Libros para despertar a ese escritor que algunos lectores llevan dentro con dieciocho años).


Dos fragmentos:

- "El amor es frágil", pensaba, "pero quizás se salven los pedazos, las cosas que asomaron a los labios y que podrían haberse dicho. Las nuevas palabras de amor, la ternura que hemos aprendido, son tesoros que se guardan para el próximo enamorado".

- Nunca perdonamos a quienes entendemos... Sólo somos capaces de perdonar a quienes nos hieren sin ningún motivo...


Dos curiosidades:

- En las primeras páginas, Fitzgerald comenta con economía de lineas cada uno de los cuentos: no se toma muy en serio a sí mismo, cae simpático.

- Incluye el cuento El curioso caso de Benjamin Button, en el que se basa la película homónima de David Fincher.

Monday, April 20, 2009

Es un orgullo representar a mi ciudad




Un tipo agradable sostenía con dos dedos y en alto un A-3 con los 8 carteles seleccionados por el jurado, Se ha producido una filtración y hemos tenido que adelantar la rueda de prensa. Yo escudriñaba el papel encaramado de rodillas a un pupitre, con el anhelo de hallar allí mi obra, quizá en el reverso. Pero comprobé que no había pasado la criba. Los fotógrafos y periodistas abandonaron la sala y me dirigí al trastero a recoger mi cartel. Lo encontré apoyado en la pared, mal envuelto. Levanté el paquete y una abertura en el papel de embalar dejó entrever la faz del toro que había pintado, toro cabrón. A la salida me detuvo el tipo agradable:

¿Me enseñas?

... sí, claro...

Así que tú eras el del toro...

Eso parece.

Nos gustó, pero tenía un defecto, ¿ves? Ahí.

Ah.

Sí. Quizá el próximo año.

Sí.

Esto lo soñé ayer. Mañana, el jurado revela los ocho carteles seleccionados para someterse a la opinión popular. Uno de ellos representará las fiestas de San Fermín 2009.


Juan Andrés y yo nos reímos, de acuerdo en que lo importante no es ganar, sino imaginar, durante unos días (los que transcurren desde que depositas el cartel hasta el dictamen del jurado), que ganas. La ilusión, que se dice vulgarmente. Una vez tuvimos esta conversación:

J.A: Ya tengo cartel para el concurso de San Fermín.

J.: Bueno, pero ten en cuenta que participan casi mil personas. O sea, que es como una lotería pero más difícil, porque hay un jurado. Y ya sabes, los jurados.

J.A: … ya…

J.: Imprimir el cartel cuesta mucho dinero y las posibilidades son pocas, o ninguna.

J.A: A mi me da igual ganar o no el concurso.

J.: …

J.A: Presento el cartel para tener durante un mes la ilusión de ganarlo.


Hace mucho tiempo Gonzalo también me explicó que era mejor imaginar el éxito que alcanzarlo. La realidad del éxito era decepcionante y, por tanto, innecesaria.

He presentado en dos ocasiones cartel de San Fermín. Sin ganar, he visto mi obra en los escaparates de toda la ciudad, en dípticos, trípticos, folletos, guías y concedido cientos de entrevistas: "Es un orgullo representar a mi ciudad", "Son las mejores fiestas del mundo", "He tenido suerte. Había carteles muy buenos. Podría haber ganado cualquiera", "Hace un mes que dejé de fumar", "Quiero dedicárselo a", " En el colegio decían que no llegaría a nada", "Sin la ayuda de nunca hubiese sido posible", "Ellos me animaron", "Quería expresar", "El sueño de todo navarro", "Desde pequeño"... en fin, esas cosas.

Ahora, a la tercera, no es tanta la ilusión. Voy con el tiempo justo. Ni siquiera he pensado un buen titular.


(En imagen, el cartel de 2008, de Miguel Ángel Antoñanzas)

Sunday, April 19, 2009

Silencio tu



Dibujo tu silencio
con la lengua
en la palma de la mano
como esos perritos
que lamen el suelo
que pisan sus amos

(El cuadro: Perro ladrando a la Luna, de Joan Miró)

Saturday, April 18, 2009

Antínoo



Bajo el peso nocturno de los cabellos
O bajo la luna diurna de tu hombro
Busque el orden intacto del mundo
La palabra no oída
Largamente bajo el fuego o bajo el vidrio
Busqué en tu rostro
La revelación de dioses que desconozco
Sin embargo pasaste a través de mí
Como pasamos a través de la sombra


(Sophia de Mello Breyner)

Te busco



Sola yo, amor,
y vos quién sabe dónde;
tu recuerdo me mece como al maíz el viento
y te traigo en el tiempo,
recorro los caminos,
me río a carcajadas
y somos los dos juntos
otra vez,
junto al agua.
Y somos los dos juntos
otra vez,
bajo el cielo estrellado
en el monte,
de noche.
Yo, amor, he aprendido a coser con tu nombre,
voy juntando mis días, mis minutos, mis horas
con tu hilo de letras.
Me he vuelto alfarera
y he creado vasijas para guardar momentos.
Me he soltado en tormenta
y trueno y lloro de rabia por no tenerte cerca,
en viento me he cambiado,
en brisa, en agua fresca
y azoto, mojo, salto
buscándote en el tiempo
de un futuro que tiene
la fuerza de tu fuerza.


(Gioconda Belli)

Friday, April 17, 2009

Media vida



Willie pensó: "Es algo que he aprendido desde que llegué aquí. Que todo anda descentrado. El mundo debería pararse, pero sigue adelante".

Leo Media vida, de V.S. Naipaul. Irregular, rara, bien escrita; seguramente prescindible. Una personalidad lábil para un protagonista desconcertante: la historia. Fragmentos hermosos, otros muy crudos, y un final tremendo.

Cierro el libro. Me deja pensando.

(La imagen, de aquí)

Wednesday, April 15, 2009

Lorena



Ocho meses sin peluquería. Miro el reloj, 9:42, tarde pero todavía no hay nadie cortándose el pelo ni tampoco esperando. Me acurruco en el sofá con Media Vida abierto por cualquier página. Me saluda, respondo y bajo la cabeza. Bajo la cabeza porque cuando pedí cita por teléfono no recordé su nombre:

- ¿Quién te suele cortar?- preguntó una voz femenina.

- Pues... no... no s... recuerdo como se llama.

- ¿Chico o chica?

- Chica.

Y enumeró nombres de chica. No supe en cual parar, no me sonaba ninguno. Acabó por preguntarme el apellido, lo tienen todo informatizado. Eso ocurrió hace una semana, ahora la vergüenza.

Vamos, dice, y le tiendo la cazadora y coloca la percha y la cuelga en el armario. Vamos quiere decir lavarse la cabeza.

Y después, frente al espejo:

¿Cómo lo quieres de largo?, ¿Descargar un poco?

Como creas, le digo, ¿Cómo te llamas?

Lorena.

Cuando llamé me preguntaron quién me solía cortar. El otro día. No... me acordé.

Bueno, suele pasar. Somos muchas.

Me siento menos culpable, Soy horrible para los nombres.

Corta que te corta. Las vacaciones, el tiempo, la crisis. Hablamos en código morse, bien, sí, vale. Durante los silencios intento calcular su edad: los ojos, el tatuaje en el brazo. Ha dejado el flequillo para el final.

- ¿Qué te parece?

- Bien.

- Bien, ¿verdad?

- Me fío de ti...

- ... te fías de mi gusto.

- Eso.



(La imagen, de aquí)

Monday, April 13, 2009

El corazón es un cazador solitario



Leo El corazón es un cazador solitario, de Carson McCullers (escribí de ella hace poco, a propósito Reflejos en un ojo dorado). Maravilloso:

El medio año transcurrido desde la última vez que estuviera con él no le parecía un lapso de tiempo ni largo ni corto. Detrás de cada despertar había estado siempre su amigo. Y esta inconsciente comunión con Antonapoulos había crecido y cambiado como si estuvieran juntos en carne y hueso. A veces pensaba en Antonapoulos con temor y autodegradación, a veces con orgullo..., pero siempre con un amor no obstaculizado por la crítica, libre. Cuando soñaba por la noche, la cara de su amigo aparecía ante él inmensa, inteligente, amable. Y en sus pensamientos diurnos estaban eternamente unidos.

(la fotografía es de aquí)

Sunday, April 12, 2009

¡La mitad no quiero de nada!



¡La mitad no quiero de nada!
¡Que sea mío el cielo todo!
¡La tierra toda, mía!
Mares y ríos, el torrente de la montaña,
¡míos! No los comparto.

No me seducirás, vida, con una parte.
¡Será todo o nada! ¡Yo podré con todo!
No quiero ni la felicidad
ni el dolor a medias.

¡Quiero, sí, la mitad de la almohada
donde, pegado a tu mejilla,
como una pobre estrella fugaz,
fulgure el anillo de tu dedo...


(Yevgueni Yevtushenko)

Saturday, April 11, 2009

Destiempo



Nuestro entusiasmo alentaba a estos días que corren
entre la multitud de la igualdad de los días.
Nuestra debilidad cifraba en ellos
nuestra última esperanza.
Pensábamos y el tiempo que no tendría precio
se nos iba pasando pobremente
y estos son, pues, los años venideros.

Todo lo íbamos a resolver ahora.
Teníamos la vida por delante.
Lo mejor era no precipitarse.


(Enrique Lihn)

Wednesday, April 08, 2009

Lentejo, el hámster (leer me mira raro)




Lentejo es el hámster de Rontxi. Va con él a todas partes. Siempre se lo deja olvidado:

Qué decepción, qué drama, Rontxi: creía que Lentejo era un mamut. Bueno, no es del todo cierto, lo confieso. En realidad, él y yo vivíamos en una mentira ilusoria. Yo le decía, Lentejo, buen mamut. Y el asentía. Ahora no sé qué carajo haremos. Tan sensible era él a su condición ficticia de mamut. Tendré que llevármelo de fiesta a Pachá, o algo. Creo que deberías pagarle una operación de implante de trompa y colmillos.

Tronch

Más correspondencia en Me mira raro.


(El retrato del buen Lentejo es mío)

A un clavo (Estampa bilbaina)



(Paul McCartney)

Horizonte Rothko



La primavera se apresura por los costados de la tarde de domingo acariciándola con una brisa suave y tibia. El paisaje de edificios recortados sobre el horizonte Rothko, azul pálido, anaranjado, amarillento, blanco, y las marcas de la hierba en las palmas de las manos.

- Todo va a cambiar.

- Desde que te conozco dices eso.


(El Rothko, de aquí)

Tuesday, April 07, 2009

Buganvillas, reparaciones y humo*



Anuncios en Facebook:

¿Quieres chicas nuevas?, ¿Todavía soltero?, Busca pareja, ¿Quieres una novia?

¿Quieres?

Conoce y chatea a millones de chicas atractivas.

Encuentra miles de mujeres en tu zona.


Cosas así.

Uno me conmueve. Observo la fotografía:

La pareja que se abraza bajo la lluvia. Parece la escena final de Breakfast at Tiffany's sin gato.

Cómo recuperar a tu mujer en 30 días o menos.

... Si la mujer que era el amor de tu vida te dijo que la dejes tranquila...


Cómo reconquistar a una mujer en 30 días o menos.

Eso pone en el pie de foto.

Martes. También llueve ahí fuera, en la calle.

Y sigo:

Cajas de herramientas

¿Te gusta el bricolaje? ¿Eres un profesional y te gustan las herramientas buenas?

*Título de esta poesía de Jose Agustín Goytisolo

Saturday, April 04, 2009

Lamium



Así se vive cuando tienes un corazón helado.
Como yo: entre sombras, arrastrándose sobre la roca fría,
bajo las copas inmensas de los arces.

El sol apenas me alcanza.
A veces, al comenzar la primavera, lo veo elevarse a lo lejos.
Luego crecen las hojas sobre él, hasta cubrirlo todo.
Siento su brillo entre las hojas, vacilante,
como quien golpea un vaso con una cuchara de metal.

No todos necesitan de la luz
en igual medida. Algunos
creamos nuestra propia luz: una hoja plateada
como un sendero que nadie puede recorrer, un lago de plata
poco profundo bajo la oscuridad de los arces.

Pero esto ya lo sabes.
Tú y aquellos que piensan
que viven por la verdad, y en consecuencia,
aman todo lo que es frío.


(Louise Glück, traducción de Eduardo Chirinos)

¿Quién eres?



Con cambiarte de traje, te cambio también de alma.

(No adivinas mi angustia. No sé casi quién eres)

Si te revuelvo el pelo tú ríes locamente

mientras a mí me duele sentirte tan informe.

Tanto puedo variarte que no sé ya que quiero.

Tú puedes serlo todo. Tú eres la misma nada.

Y te ríes, y acaso, si tus labios me buscan

son solo una medusa de silencio anhelante.


(Gabriel Celaya)

Friday, April 03, 2009

Plomo en los bolsillos (y un homenaje a Alberto Fernández)



Alberto Fernández, "el Galleta" (residía en Aguilar de Campoo, villa en la provincia de Palencia famosa por su industria galletera), perdió la Vuelta a España 1984 por seis segundos. Unos meses después, en diciembre, fallecieron él y Macu, su mujer, en accidente de tráfico, volviendo de recoger el premio al mejor ciclista español del año. Su hijo Alberto tenía cuatro años.

Así nació, ya entre la épica y la tragedia, mi pasión por el ciclismo.

De eso me acuerdo.



Leo con emoción Plomo en Los Bolsillos (Premio Marca de literatura deportiva  en 2005) de Ander Izaguirre. Un puñado de historias en torno al Tour de Francia.

Estás ahí mismo.

Me viene una palabra: entresijos.

O tuétanos.

Ander Izaguirre nos da un garbeo por los tuétanos del Ciclismo.


Pasajes inolvidables. Sorprendentes, hilarantes... ¡Bartali fumaba al acabar las etapas!

Hay historias trágicas, de sufrimiento e incluso muerte. Pero hay otras muy divertidas, sobre todo las de los primeros tiempos del tour. Aquellas aventuras de locos, cuando hacían 500 kilómetros, pedaleaban de noche y tenían que buscarse una pensión, un lugar donde comer... Son historias muy chocantes que no tienen nada que ver con el tour actual, pero que son más divertidas o ligeras, comentaba en una entrevista el periodista y escritor donostiarra.



El Tour de Francia y el eco sobrecogedor de las palabras de Miguel Induráin: He llegado muy lejos en el dolor.



Décimo octava etapa, segundo sector: Torrejón de Ardoz, contrarreloj de 33 kilómetros. Han pasado 25 años de aquellos seis segundos. Eric Caritoux se llevó La Vuelta.

Por lo demás, me entero mientras escribo estas cosas que Alberto Fernández Sainz, Alberto, pedalea a las órdenes de Alvaro Pino, en el equipo Xacobeo Galicia Los tuétanos del ciclismo, pienso.  Entresijos. Y me alegro mucho.



Nota importante: Solicita el libro Plomo en los Bolsillos en www.anderiza.com, o escribe a info(arroba)anderiza.com

(La fotografía de Alberto Fernández, de aquí. La fotografía de Ander Izaguirre, de aquí. La fotografía de Alberto Fernández, de aquí)

Wednesday, April 01, 2009

Notas de un ágrafo. Sinceridad



1

Viaje de placer al Parnasillo. Por el precio de tres paquetes de tabaco -lo que consumía en dos días-, compro Desgracia (Él disfruta con la alegría de ella, una alegría sin afectación. Le sorprende que una hora y media por semana en compañía de una mujer le baste para sentirse feliz, a él, que antes creía necesitar una esposa, un hogar, un matrimonio. En fin de cuentas, sus necesidades resultan ser muy sencillas, livianas y pasajeras, como las de una mariposa. No hay emociones, o no hay ninguna salvo las más difíciles de adivinar: un bajo continuo de satisfacción, como el runrún del tráfico que arrulla al habitante de la ciudad hasta que se adormece, o como el silencio de la noche para los habitantes del campo), de J.M. Coetzee. Quizá me lo fume.


2

En la parada de Merindades una chica pelirroja y ojos de Mare Adriático me pregunta si el autobús que espero ha pasado ya. Le digo que no. Sonríe mirando a otra parte. Cuando se da la vuelta pienso en Tal día como hoy.

Leer a Peter Stamm:

¿Soy sincero? Si escribiera diarios, ya sabría que no, que estoy mintiendo, pero, al ser novelista, aún aspiro a decir la verdad si consigo no dejarme seducir por las palabras. Por eso escribo con un estilo simple, con frases escuetas.



(En la foto, Stamm por Matthieu Bourgois)